Las cicatrices son el resultado visible de la reparación natural que hace el cuerpo después de una lesión en la piel. Cuando la piel sufre un corte, quemadura, cirugía u otra lesión, el cuerpo produce tejido cicatricial para sanar el área dañada.
Durante el proceso de cicatrización, las células especiales llamadas fibroblastos producen colágeno, una proteína clave en la piel, para cerrar la herida. A medida que la herida se cura, se forma una cicatriz, que puede variar en apariencia dependiendo de varios factores, como la profundidad y la gravedad de la lesión, la genética y la capacidad de curación de cada persona.